Bertiato-Cursi

Preguntas al RM: Luisa Bertiato

Testimonio y pregunta

 

Luisa Bertiato

Luisa Bertiato (ES)

Bertiato_16-01-14

Buenas tardes don Pascual Chávez y a todos vosotros hermanos y hermanas de la Familia Salesiana!

Me llamo Luisa Bertiato y nací en Mestre (Venecia) el 2 de abril de 1981, el mismo día que Domingo Savio, hija de Gianni y Sandra, dos Salesianos Cooperadores. Soy la mayor de cuatro hermanos: Francesco, de 31 años, María de 27, y Ángela, de 23.

Soy licenciada en Ciencias de la Educación-Pedagogía y en Servicio Social: ¡soy una educadora y ejerzo como asistente social! Trabajo para una fundación privada que se ocupa principalmente de los huérfanos de los médicos, farmacéuticos y veterinarios que han sido contribuyentes de la Fundación.  Más específicamente, me ocupo de jóvenes estudiantes desde 0 a 30 años de la zona noroeste de Italia llamada Triveneto: actualmente son casi 600. Es un trabajo muy salesiano, aunque el ambiente sea laico.

Doy seguimiento a los jóvenes ya sea en la parte burocrática del acceso a las prestaciones y para la contribución anual, como en ayudarles en la elección de las escuelas superiores o de la Universidad, intentando apoyar les en las dificultades que tienen al relacionarse con la familia, los profesores o los amigos. Intento tener una atención especial por las familias con un chico o chica con diversidad funcional o cuando un progenitor queda viudo o viuda a una edad joven y con hijos pequeños: por ejemplo tengo el hábito de hacer una ronda de llamadas en los períodos “tranquilos” del año en los que puedo invertir tiempo para dialogar con estas familias que a menudo son las más frágiles y que encuentran, aún en una simple llamada, un momento de alivio y desahogo. Además dos veces al año visito toda la provincia del Triveneto para  encontrarme con las familias atendidas en cada lugar: es muy bonito cuando los chavales vienen a mi encuentro aunque sólo sea para saludarme, para una charla o para agradecerme los consejos útiles… A menudo me siento como una hermana mayor con la que ellos pueden contar o en la que confiar en una gran familia que va más allá de los vínculos de sangre. Y no me es difícil pensarlo viendo que tengo bien claro el ejemplo de lo que para mí es la Familia Salesiana!

Frecuento los Cooperadores desde que mi hermano y yo con uno o dos años corríamos por los pasillos del Astori de Mogliano o mientras paseábamos por los prados del Colesin en Cencenighe mientras nuestros prados participan en los encuentros. Nuestro salesiano de referencia, mi “don Bosco”, era un ex profesor de francés de mi padre, don Bruno Martelossi, que mi papá había conocido cuando, tras un accidente de trabajo de mi abuelo que lo dejo muy grave y debilitado, fue enviado con sus dos hermanos al colegio salesiano en  Castello di Godego.

Don Bruno y don Gianni (Filippin) fueron los primeros salesianos que yo conocí desde pequeña. Siempre me ha impresionado su disponibilidad, el afecto que traslucía en su mirada y en sus acciones y el ambiente salesiano que experimentaba desde niña tenía sobre mí una atracción muy fuerte…tanto que ya entonces pensaba que habría querido ser cooperadora de mayor (aunque es habitual que los niños de pequeños siempre quieran seguir las huellas de sus progenitores)

Seguidamente, como papá por motivos de trabajo debía mudarse a menudo, toda la familia lo seguía en los diversos destinos… Más allá del hecho que nuestra familia crecía en número y tras, el nacimiento de mi hermana María, su presencia en el grupo de Cooperadores era menos asidua ya fuera por la distancia o por la organización de “nuestra tribu” de seis personas.

Y mi pasión por los jóvenes y por la animación era tan fuerte que a los 15 años empecé a hacer de animadora en ACR en la parroquia de Pozzolo di Camponogara (VE) (- lo había intentado en tercer curso de enseñanza media, tras la confirmación, pero me dijeron que era demasiado pequeña :o). ¡Bien que recuerdo cuanto más me divertía haciendo de animadora que siendo animada! No había una casa o un oratorio salesiano cerca de donde vivíamos para poder participar en las actividades así que decidí, entre yo y yo misma, llevar la “salesianidad” en las actividades para jóvenes que eran para mí accesibles en la parroquia de mi vicaría de pertenencia.

En la escuela media asistí a la escuela  “Don Bosco” de Padua de las FMA.

Empecé el instituto en el Marchesi de Padua y concluí el trienio en el Liceo Tiziano de Belluno.

En Belluno hemos encontrado nuevamente a los salesianos: como indicado ante, moverse los seis era tarea difícil y por tanto la lo era también la asistencia de mis padres al grupo de cooperadores. En Belluno, había una parroquia y un instituto salesiano donde han retomado su asistencia y donde yo empecé a dar catequesis, a pesar de que no era nuestra parroquia de residencia. Durante muchos años he participado en la Fiesta de los jóvenes con Belluno y a los 17-18 años asistí a los cursos de animadores organizados por el MJS que luego ponía en práctica en mi parroquia.

En 2000 inicié la universidad en Padua donde me inscribí en Ciencias de la Educación. En 2004 me inscribí en una segunda carreras en Políticas y Servicios Sociales que acabé en el 2007.

Durante las vacaciones de carnaval, el 27 de febrero de 2001, fui a encontrarme con don Bruno invitada por él ya que tenía curiosidad por saber cómo había ido mi experiencia como voluntaria en la Jornada Mundial de la Juventud durante el jubileo de Roma durante el verano anterior.

Yo esperaba poder iniciar mi recorrido como cooperadora; pero en su lugar don Bruno me habló de un grupo de jóvenes que a nivel inspectorial irían ese verano  a los lugares de S. Francesco di Sales y a Turín  a los lugares de don Bosco.

¡Ese verano inició mi aventura con los Exalumnos! Primero en Francia y luego en Turín, posteriormente en Lourdes y Barcelona el verano siguiente, posteriormente Vicepresidenta de la Unión de Mestre del 2003 al 2007, el 2007 Vicepresidenta Regional y al final Vicepresidenta Nacional Joven del 2009 hasta el 2013.

Del 2002 al 2013 he tenido el rol de Vicepresidenta Joven, partiendo de la realidad local (2003-2007) hasta la realidad nacional (2009-2013): ha sido una experiencia enriquecedora porque he podido experimentar la grandeza de carisma salesiano en diversas realidades vénetas e italianas y en la que he encontrado a los adolescentes y jóvenes que viven en las casas y oratorios que frecuentan…, pero en la que también he encontrado algunas dificultades en esta asociación a veces más atenta a la estructura que a la misión… Y eso hace difícil que los jóvenes se reconozcan dentro de esta asociación donde su ausencia se convierte en la causa y efecto del envejecimiento de la Asociación que no obstante ¡no deja nunca de demostrar su amor filiar por Don Bosco!

Me he encontrado recorriendo Italia (¡y no solo!) acompañada y apoyada (y puede que también soportada ;o) del entonces delegado nacional don Enrico Peretti: hemos trabajado por una mayor conciencia del rol de los Antiguos Alumnos, ¡insistiendo en la formación y el compromiso en cosas concretas! He crecido y he obtenido mucha experiencia en el ámbito de la organización y en el intercambio de ideas…pero nunca he dejado de pensar en llegar a ser un día Salesiana Cooperadora…

Hasta que el 24 de enero de 2011, después de la experiencia de las Jornadas de Espiritualidad, participo, a invitación del vicario inspectorial don Jean Rebellato, en un encuentro vespertino de los Salesianos Cooperadores de Padua…que me ha llevado hasta el pasado 31 de enero de 2013, ¡día en el que pronuncié mi promesa!

No soy capaz de pensar en mi vida sin el estilo salesiano, lo demuestra también mi elección laboral como asistente social (que adoró y que tengo la suerte de desarrollar con y para los chavales): he participado en la Acción Católica, en la Diócesis de Padua, con los jesuitas… pero sólo en las casas salesianas me siento de verdad en Familia! ¡Desde la casa salesiana de Mestre a la de Santo Domingo o de Santiago de Chile, desde Bélgica a Eslovaquia!

Estoy muy orgullosa de ser hija de don Bosco y me emociono cuando pienso en mi pertenencia al Movimiento Salesiano, ¡del que me siento parte viva en cuanto miembro de esta gran Familia Salesiana!

PREGUNTAS

¿Cómo la Familia Salesiana puede ayudar al grupo de Antiguos Alumnos a “renacer” intentando superar la burocratización de la estructura de la asociación e insistir más en el “hacer familia”?

Partiendo directamente de su experiencia vital, querido don Pascual, ¿qué sugerencias concretas, quizás con alguna anécdota vivida, daría a la Familia Salesiana para superar los contantes y diferencias que los varios grupos de la FS sienten y que les hacen más difícil la convivencia y el compartir?