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Testimonios: Sor Marta Drei

Marta Drei (SP)

Drei_17-01-14

VIVIR LA ESPIRITUALIDAD SALESIANA
( AL RIONE AMICIZIA- NAPOLI)

Sor Marta Drei

En este último año de preparación al bicentenario del nacimiento de Don Bosco, reflexionamos sobre su espiritualidad y sobre cómo vivirla hoy en las distintas realidades. Es por este motivo que he sido llamada a compartir con ustedes la experiencia de los catorce años vividos con la comunidad de las Salesianas Oblatas del Sagrado Corazón en Nápoles.

Desde el 1999 trabajamos al interno de la parroquia-oratorio “San Juan Bosco” encomendada a los salesianos, ofreciendo nuestra colaboración en la pastoral parroquial, en la catequesis y en el oratorio, y por tantos años he enseñando religión en la en la escuela media del barrio y luego también en otras zonas aún más problemáticas. La obra está situada en un barrio popular de Nápoles, caracterizado por la presencia de numerosas familias jóvenes y muchos niños.

Espiritualidad salesiana: encarnada en un ambiente

La inserción en el ambiente ha sido gradual y constante en el tiempo, permitiendo el paso de la sorpresa y la curiosidad, que caracterizaba los encuentros cuando se abrió la obra, al compartir sinceramente la realidad que vivimos hoy. Todavía recuerdo el encuentro con un jovencito de dieciséis años, que luego de habernos observado durante una semana, nos interrogó sobre el por qué de nuestra presencia allí y sobre si no hubiera sido más conveniente para nosotras estar en otro lugar, porque allí, con ellos, no había nada que valiera la pena. En aquel joven era necesario despertar la esperanza… su visión de la vida era de hecho, sustancialmente “realista”.

De hecho, en el ambiente hay graves inconvenientes sociales relacionados con la falta de empleos, que en la mayor parte de los casos se trata de trabajos ilegales, sin garantías y con horarios muy duros; las oportunidades de empleo se obtienen, en la mayoría de los casos, solo dejando la propia ciudad y esto provoca un desperdicio una hemorragia de las mejores energías. La precariedad influye también en las relaciones familiares, caracterizadas frecuentemente por la inestabilidad afectiva de la pareja, por una paternidad1 precoz, aún no madura y por grandes dificultades educativas de los padres para con los hijos. Entonces no es ninguna sorpresa que la deserción escolar sea alta y que la escuela se perciba como un ambiente que obliga y que no emancipa, aunque hayan jóvenes que sobresalen por esfuerzo y decisión logrando diplomarse y algunos a graduarse. El contexto social en algunos casos desemboca en desviaciones justo cuando algunos se dejan convencer por los halagos del dinero fácil.

Un “ Da mihi animas”: vivido en el cuotidiano

Pienso que estos años vivido en el Rione Amicizia hemos hecho una fuerte experiencia de espiritualidad salesiana vivida en el cuotidiano. El intenso trabajo apostólico ha sido expresión de la caridad pastoral de Don Bosco, vivida en la tonalidad especifica que nos dio nuestro fundador, el obispo salesiano Mons. Giuseppe Cognata. He aquí que el “ Da mihi animas” se pintó con la tonalidad del Ev de Juan “Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada” (Cfr. Jn 6, 12) acogiendo a los pequeños y a los pobres, haciéndonos compañeras de camino, silenciosa y discreta presencia para las madres jóvenes y para los niños más pequeños, con una actitud de humildad simplicidad y familiaridad.

El “ Da mihi animas”, vivificado con el lema paulino “ Caritas Christi urget nos” “el amor de Cristo nos apremia” (2Cor 5, 14) que inspira las salesianas Oblatas, se convirtió en encuentro cuotidiano con tantos rostros y con tantas historias che me han revelado el rostro de Cristo que me anima a amarles con corazón abierto, a indicar metas educativas con valentía y firmeza, a compartir alegría y sufrimiento, a trabajar con incansable entusiasmo y firme esperanza.

He aquí que estos años de misión en el Rione Amicizia se han convertido en un verdadero gimnasio de santidad y de encuentro con el Dios amante de la vida, que se ofrece a sí mismo en oblación, porque Él es el Buen Pastor. La actividad apostólica ha sido caracterizada por el esfuerzo en el establecer relaciones humanas positivas, el acercamiento a las familias por medio de la acogida de los niños, también a los más pequeños, por crear en el barrio una red de simpatía en el ambiente parroquial-oratoriano a través de una presencia alentadora y capaz de dar apoyo.

Es por medio de estos modos apostólicos sencillos que día tras día hemos tratado de anunciar la presencia de Jesús que cuida de su pueblo y que se hace cercano a todos ofreciendo su vida como un regalo de amor. La labor apostólica ha sido un esfuerzo cuotidiano por encarnar la petición evangélica “ Venga tu Reino” según la política del Padre Nuestro querida por Don Bosco; y este esfuerzo para hacer crecer en el corazón de los jóvenes y de las familias el Reino de Dios, favoreciendo el crecimiento a nivel humano y religioso, es el lugar donde he encontrado a Cristo, a veces de manera clara y evidente, otras veces en el sufrimiento, como la semilla sembrada que muere para que la vida pueda germinar.

… vivificado de la esperanza…

Vivir el “ Da mihi Animas” en este ambiente significa disfrutar de los pequeños resultados sin desanimarse por los fracasos, con una mirada de confianza en valores humanos y en la gracia de Dios con un trabajo humilde, paciente y silencioso; significa compartir las alegrías y las ansias de los jóvenes y de las familias, continuando la siembra sin nunca rendirse.

Los años que he pasado en el Rione Amicizia han sido los años en los que la espiritualidad salesiana ha sido vivida fuertemente con el sello de la esperanza: esperar y continuar luchando para sembrar valores cristianos aun en situaciones que en verdad son difíciles. La esperanza y la confianza en las capacidades interiores de los jóvenes nos han permitido continuar porque si alguno ha elegido caminos efímeros pagando con la propia vida, un buen numero son aquellos que no obstante situaciones objetivas de fragilidad, han crecido, se han preparado para un empleo y participan activamente en la vida oratoriana dando lo que han recibido.

… testimoniado en la comunión…

Puedo entonces afirmar que en este ambiente ha sido posible hacer una experiencia de la espiritualidad que nos ha sido transmitida por Don Bosco y deseo concluir haciendo notar un aspecto, que no pienso que sea secundario, al contrario, fundamento de una verdadera experiencia espiritual: la comunión en la misión.

Toda la labor apostólica realizada en el Rione Amicizia, de hecho, ha sido caracterizado por una profunda experiencia de comunión. La comunión de base ha sido la de la comunidad de las Oblatas que constituye un punto de apoyo para la misión; los muchachos y más aun las familias, han percibido la unidad como un signo y una gracia de la bondad y de la belleza de una vida armonizada por la presencia de Dios. Del mismo modo ha sido significativa la experiencia de comunión al interno de la Familia Salesiana. Desde siempre, la comunidad de las salesianas oblatas ha trabajado en sinergia con los demás grupos presentes en el territorio: salesianos (sdb), salesianos cooperadores, voluntarias de Don Bosco, voluntarios con Don Bosco para ofrecer en la parroquia-oratorio un ambiente educativo estable y de apoyo para los muchachos y las familias. La comunión en el vivir la misión salesiana ha sido pues una verdadera experiencia de espiritualidad compartida.

Vivir la espiritualidad salesiana como Oblata al Rione Amicizia, es alimentar en el corazón la esperanza, que para este territorio, tan maltratado en su tierra y en sus habitantes, existe la posibilidad de redención; hay que entregarse con constancia y con pasión para hacer florecer en el corazón de tantos niños y familias jóvenes el deseo de comportarse y ser mejores, de abrir y ampliar los horizontes de la propia experiencia personal y cultural, de descubrir que se puede soñar un futuro diferente y mejor.